Renovables, visiones compartidas y cuestiones pendientes
El despliegue de tecnologías de generación renovable está reconocido como una de las claves para mitigar el cambio climático, reducir nuestra dependencia energética del exterior y democratizar el sector energético mediante una mayor participación ciudadana.
Sin embargo, si bien existe una visión compartida de un futuro renovable, el cómo, dónde y escala de estas tecnologías es un debate abierto, y su instalación está generando malestares y conflictos sociales en algunos lugares del territorio.
En este contexto, es fundamental hallar consensos y acuerdos compartidos, que permitan avanzar en una transición energética ambiciosa y urgente, con una visión de justicia generacional, territorial y laboral, y con una mirada de largo plazo.
El último informe de REDS-SDSN Spain analiza quince casos de buenas prácticas de despliegue de energías renovables en España, que han estado orientadas a mejorar el proceso de gobernanza y la toma de decisiones contando con el territorio; desarrollar políticas y prácticas públicas municipales basadas en la transparencia y el impacto positivo en la ciudadanía; priorizar el reparto de beneficios con las comunidades locales; garantizar la protección del capital natural; y favorecer la participación ciudadana en plantas de generación renovables.
Analizando todas estas experiencias se pueden extraer una serie de buenas prácticas para desarrollar una hoja de ruta que garantice la correcta implantación de las energías renovables en el territorio:
1
Establecer un canal de comunicación fluido entre los agentes implicados en el desarrollo de energías renovables, impulsado por la administración pública a nivel regional.
2
Generar un espacio de escucha empática de calidad para fomentar el conocimiento e intercambio de posturas, promovido por una entidad del tercer sector.
3
Seleccionar la ubicación de las plantas de energías renovables contando con el acuerdo de los diferentes actores del municipio
4
Adaptar las características del proyecto a los requerimientos de la población local.
5
Crear una línea de subvenciones progresivas para el pago de la factura de electricidad de los hogares y de las Pymes del municipio.
6
Impulsar iniciativas y servicios para mejorar la calidad de vida del municipio y favorecer el acceso de las mujeres al mercado de trabajo.
7
Ofertar la posibilidad de participar en la propiedad del proyecto a las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, radicadas en el municipio o municipios limítrofes en el que se sitúa la instalación.
8
Promover instalaciones de autoconsumo compartido para los habitantes del municipio, a cargo de la empresa promotora.
9
Invertir en proyectos locales de carácter social, previamente consensuados con la ciudadanía y financiados con un porcentaje de los beneficios de la entidad promotora.
10
Realizar la subasta de capacidad de acceso a redes de transporte teniendo en cuenta criterios técnicos, sociales y económicos.
11
Pagar por el alquiler a las personas arrendatarias de los terrenos, además de a los propietarios.
12
Impulsar proactivamente actuaciones para mitigar los impactos y mejorar la biodiversidad local.
13
Desarrollar y construir un proyecto eólico comunitario, totalmente participado por la ciudadanía.
14
Instaurar procesos de decisión ante nuevas inversiones en plantas fotovoltaicas, que tengan en cuenta la situación local y el potencial de aceptación.
15
Impulsar la constitución de comunidades energéticas rurales para los habitantes del municipio.
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