Joven salvadoreño inicia emprendimiento avícola que beneficia a su comunidad en el Corredor Seco
Fidel, un salvadoreño de 25 años, ha conseguido arrancar un negocio de avicultura en una de las zonas más áridas del Corredor Seco en El Salvador.
Gracias a un proyecto de resiliencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el joven empezó el negocio de cría y venta de aves y huevos en una la zona de Moratazán, azotada por la pobreza, la desnutrición, la crisis climática y el desempleo.
La creciente demanda de productos lo animó a pedir un préstamo para comprar una incubadora y aumentar su producción. Luego vino la pandemia y sus ventas aumentaron.
“La gente casi no salía por la cuarentena, venían a comprarnos y esto generó ingresos”, aseguró Fidel. Hoy por hoy, las gallinas producen unos 350 huevos al mes y ya Fidel comercializa pollitos por encargo.
Puedes leer más sobre la historia de Fidel en la página del PMA.