En septiembre, líderes de todo el mundo se congregaron en Nueva York para la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas y la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG Summit), encuentro que dio como resultado una declaración política en la que se renovó el consenso en torno a la Agenda 2030. Este evento, que tuvo lugar el 18 y 19 de septiembre, marcó el punto intermedio hacia el plazo para lograr la Agenda 2030, con el objetivo de brindar un nuevo impulso y acelerar la acción para su consecución.

La declaración política adoptada por los Jefes de Estado y de Gobierno es un claro indicio del compromiso renovado de la comunidad internacional con la Agenda 2030 en el punto medio de su ejecución y reafirma la determinación de los Estados miembros de la ONU de cumplir con los 17 ODS. En un momento en que el mundo se enfrenta a desafíos sin precedentes, esta reafirmación es un llamado a la acción para acelerar los esfuerzos destinados a abordar cuestiones cruciales como la pobreza, la desigualdad y el cambio climático. 

En este sentido, el texto aprobado proporciona una hoja de ruta para volver a encarrilar al mundo hacia la consecución de los ODS en 2030, a la vez que subraya que la consecución de los ODS está en peligro, se compromete a emprender acciones audaces, ambiciosas, aceleradas, justas y transformadoras, y establece las áreas en las que es necesario actuar. Los Estados miembros identificaron claramente la financiación y la reforma de las instituciones financieras como ingredientes clave para el éxito en el futuro. Además, el texto hace un firme llamamiento a: